"Me llevaré la computadora por si se necesita."
Estoy seguro de que muchas veces esta frase ha pasado por nuestra mente antes de un viaje de vacaciones, ya sea por nuestras responsabilidades, el gusto por el trabajo, nuestra vida de tecnólogos, o como sea que lo llamemos. Ahí está esa ansiedad empujándonos a "ir preparados".
Y es cierto, al día recibimos cantidades absurdas de mensajes multimedia, ya sea por correo, WhatsApp, Meets o cualquier otro medio de comunicación. Perdernos alguno que podría ser importante es causa de estrés. Hoy en día, a esto se le llama “Fear of Missing Out” (FOMO), que se traduce como el miedo a perderse de algo.
Esta carga digital que llevamos a diario, la convivencia tras las pantallas de la computadora, el teléfono, la tablet y hasta el reloj, nos debería exigir un descanso digital: desconectarnos totalmente de la tecnología.
En el extremo opuesto del FOMO, tenemos la dicha de perdernos, llamada “Joy of Missing Out” (JOMO). No es mi intención decir que necesitamos un detox digital de varias semanas; simplemente, unos minutos al día para desconectarnos pueden ser suficientes.
En el marco del Retreat, te invito a superar ese impulso que nos ata a estar pendientes y simplemente perdernos en la experiencia de la playa, los amigos y las buenas pláticas.